Es cuando el médico mira dentro de dicho órgano utilizando un instrumento denominado otoscopio.
Otoscopia
El médico puede reducir la intensidad de las luces en la sala.
A un niño pequeño, se le pedirá que se acueste boca arriba con la cabeza volteada hacia un lado o la cabeza del niño puede descansar contra el pecho de un adulto.
Los niños mayores y los adultos se pueden sentar con la cabeza inclinada hacia el hombro opuesto al oído que se va a examinar.
El médico hala suavemente la oreja hacia arriba, hacia atrás o hacia delante para enderezar el conducto auditivo externo y luego coloca la punta del otoscopio despacio en el oído. Un haz de luz ilumina a través del otoscopio dentro del conducto auditivo externo. El médico moverá cuidadosamente el otoscopio en diferentes direcciones para observar el interior del oído y del tímpano. Algunas veces, el cerumen puede bloquear la visibilidad.
El otoscopio puede tener una pera plástica encima, la cual libera un pequeño soplo de aire dentro del conducto auditivo externo al presionarla. Esto se hace para observar la forma como se mueve el tímpano. La disminución en el movimiento puede significar que hay líquido en el oído medio.
No se necesita preparación para este examen.
Puede haber algo de molestia o dolor si hay una infección en el oído. El médico suspenderá el examen si el dolor empeora.
Un examen del oído se puede hacer si usted tiene dolor de oído, infección del oído, hipoacusia u otros síntomas en dicho órgano.
Examinar el oído también le ayuda al médico a ver si el tratamiento para un problema en dicho órgano está funcionando.
El conducto auditivo externo de todas las personas varía en tamaño, forma y color. Normalmente, este conducto es del color de la piel y tiene vellosidades pequeñas. Puede haber cerumen de color marrón amarillento. El tímpano es de un color gris claro o blanco perla brillante. La luz se debe reflejar de la superficie timpánica.
Las infecciones del oído son un problema común, especialmente en niños pequeños. Un reflejo de la luz débil o ausente del tímpano puede ser un signo de presencia de líquido o infección en el oído medio. El tímpano puede estar rojo y protuberante si hay una infección. Con frecuencia, se observa un líquido color ámbar o burbujas detrás del tímpano si se acumula líquido en el oído medio.
Se puede presentar una infección del oído externo si el conducto auditivo externo se torna rojo, sensible, inflamado y dolorido cuando se mueve o se hala el pabellón de la oreja, o si el conducto está lleno de pus de color verde amarillento.
Otras afecciones por las que puede realizarse el examen son:
Si no se limpia apropiadamente el instrumento utilizado para mirar dentro del oído, una infección puede diseminarse de un oído al otro.
No todos los problemas del oído pueden detectarse mirando a través de un otoscopio. Es posible que se necesiten audiometrías y exámenes del oído adicionales.
Los otoscopios que se venden para uso casero son de menor calidad que los utilizados en los consultorios médicos. Es posible que los padres no puedan reconocer muchos de los signos sutiles de un problema de oído. Si hay síntomas de dolor de oído intenso, hipoacusia, vértigo, fiebre, zumbido en los oídos o secreción o sangrado del oído, consulte con el médico.
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